domingo, 21 de febrero de 2016

Entrenar juntos

  Hacer deporte de a 2 puede ser mucho más interesante de lo que parece. Con más frecuencia, se ven parejas que salen en sus bicicletas, que corren juntos el Parque del Este, que van al Ávila a la par que comparten sus rutinas familiares  o que aprovechan los circuitos deportivos de algunas plazas para ejercitarse y fortalecer la musculatura.

      Muchos son los que están descubriendo las ventajas que implican hacer actividad física con la persona que quieren y con quien comparten sus días. Esto no es privativo para quien hace un entrenamiento amateur o para quienes quieren 'moverse', sino que inclusive es calificada como la mejor compañía y el método más efectivo para quienes hacen deporte de elite o alta competencia.  


Hacer deporte es un momento de unión y de disfrutar juntos, de cuidar tanto a la pareja como al cuerpo; las actividades al aire libre fomentan no solo el reconocimiento del espacio sino que además son una oportunidad para el encuentro con el otro y para disfrutar con amor. Este tipo de propuestas implican acompañarse en el sacrificio, ayudan a tomar determinaciones en la pareja con mayor eficacia e inclusive mejoran el rendimiento físico, en parejas que compiten juntas se ha observado mayor compañerismo y entendimiento.

Mejora la autoestima tanto de manera individual como la de pareja y redunda en un beneficio psicofísico y emocional, fácilmente aparece la admiración entre ambos. Inclusive la posibilidad de pasar tiempo juntos, en otro ámbito, nos lleva a que podamos comunicarnos no solo desde el diálogo sino también desde lo corporal. El deporte colabora en la comprensión del otro y refuerza vínculos afectivos, enseña a valorar el esfuerzo y respetar al otro, inclusive, es una motivación e incentivo para seguir adelante cuando ya no quedan fuerzas ni ganas.


Quizás lo más difícil sea respetar los tiempos del otro, no atosigarse o agotarse. Pero en esto también hay espacios, por eso son aconsejables los momentos de entrenamientos también individuales para que cada uno vaya regulando y equilibrando sus conductas.
Las reglas y los límites las impone muchas veces el deporte. Hay que respetarse mutuamente para no afectar a la pareja

martes, 16 de febrero de 2016

Respeto: Ganar vs Perder

Todas las competiciones permiten, entre otras cosas, observar cómo se gestionan las victorias y derrotas; los aciertos y los errores, la euforia y la frustración.

El deporte es competición sana porque se realiza con respeto: respeto al rival, a los compañeros, a los árbitros, aficionados, etc. Cuando se falta al respeto, deja de ser deporte para convertirse en una simple competición orgullosa. Lamentablemente, es esto último lo que puede apreciarse en muchas situaciones.

Saber ganar y saber perder son algunas de las bases que hay que aprender para poder disfrutar del deporte sanamente. Muchas veces, los entrenadores no explican a los deportistas cómo deben comportarse ante las victorias y las derrotas. Las personas nos dejamos llevar fácilmente por las emociones y, en esos casos en los que la emoción nos domina, no nos damos cuenta de todo lo que hacemos y/o decimos.
Saber perder es complicado, se fusiona la tristeza o frustración de no haber alcanzado un objetivo con la “deshonra” que puede suponer dicha derrota. Una vez perdido (un partido, un campeonato, una oportunidad) lo mejor que puedo hacer es aprender de los errores que he cometido YO y trabajar para mejorarlos YO. Los errores que puedan cometer los demás no están bajo mi control, por tanto no me aporta nada positivo el resaltar los fallos ajenos o lo que comúnmente se conoce como “echar balones fuera”. En el deporte se puede responsabilizar de la derrota al rival, al árbitro, al entrenador, a los compañeros, etc. pero eso no sirve para que el deportista evolucione y mejore. Tras una derrota, la persona que quiere progresar hará un trabajo de reflexión y autoanálisis para poder corregir cada detalle. Por otro lado, la persona que responsabilice a todo el mundo excepto a sí mismo, difícilmente aprenderá de sus acciones y errores (lo cual aumenta las probabilidades de que vuelvan a producirse).

Saber ganar es complicado, se fusiona la alegría y euforia de haber logrado un objetivo con el orgullo propio de alguien que ha superado una prueba o barrera exigente. Es una de las acciones más bonitas del mundo del deporte: el respeto que se muestra al rival tras vencerlo en la competición resulta muchísimo más atractivo que las habituales ostentaciones.

El atletas debe demostrar clase, amor y respeto por su deporte y quienes forman parte de él. Por último les dejo una frase que para mi ha sido un hombre ejemplo:

“Mis padres me enseñaron tres cosas fundamentales: que para poder estar orgulloso de ti mismo hace falta trabajar; que es preciso actuar con seriedad; y que debes respetar a los demás para recibir respeto a cambio. Trabajo, seriedad y respeto. Zinedine Zidane"