1.Entrena la fuerza de voluntad: El deporte puede ayudarnos a mejorar esa fuerza de voluntad y vencer la pereza. Se ha podido demostrar que deportistas de alto rendimiento destacan en las fortalezas que tienen que ver con el logro de objetivos, la energía vital y consecución de proyectos.
2.La mejor medicina contra la depresión: La práctica regular de actividad física es uno de los métodos más efectivos para combatir enfermedades como la depresión.
3.Eres más feliz: El hacer deporte facilita el aumento del neurotransmisor betaendorfina, relacionada con la moderación o inhibición de la sensación de dolor y el aumento de la sensación de placer y bienestar.
4.Canaliza el estrés y la ira: practicar deporte de forma regular interfiere en el control de emociones negativas, malestar emocional y ayuda a enfocar y canalizar situaciones límite. Al hacer ejercicio se produce un incremento de los niveles de noradrenalina, implicada en la respuesta del organismo al estrés.
5.Mejora la autoestima: Los cambios físicos que se producen en el cuerpo al practicar deporte, mejoran nuestra imagen corporal y nos hace sentir mejor con nuestro físico. Aumenta el sentimiento de mayor dominio en habilidades y capacidad física.
6.Ayuda a crear rutinas: Ayuda a ser más rigorosos, gestionar mejor el tiempo y en definitiva tener la sensación y percepción de mantener el orden en nuestras vidas.
7.Mantiene la ansiedad a raya: Ayuda a reducir el nivel de ansiedad estado (experimentada por una situación concreta) y de la ansiedad rasgo (vinculada a factores biológicos).
8.Tiene efecto relajante: Se liberan neurotransmisores como serotonina y dopamina, responsables de la sensación de euforia, esta situación provocará un efecto relajante rápido y tendrá beneficios psicológicos en el estado de ánimo.
9.Mejora la sensación de autoeficacia: Ayuda a conseguir una realización personal más plena, practicar deporte mejora la sensación de fortaleza, de seguridad y de control sobre uno mismo y sobre el medio.
10.Te mantiene joven: El ejercicio físico es una potente arma no farmacológica para “prevenir el deterioro cognitivo relacionado con la edad y las enfermedades neurodegenerativas